Los trabajadores están bastante seguros de que pueden
notar la diferencia entre trigo, la planta que se quiere, y cizaña. El amo les
dice que se equivoquan. La apariencia no nos dice en que se convertirá algo. La
aperiencia no nos dice en que se convertirá alguien.
Un ejemplo será util. Quisiera contarles una historia
sobre una mujer. Todo la gente habría pensado que ella era una cizaña de su
juventud. Era desertora de la universidad, se hizo comunista, tuvo un aborto.
El comienzo de su vida no parecía el tipo de planta que dios quiere en su
jardín.
Un día fue arrestada. Pero este evento nos muestra
algo más trigo, menos cizaña. Se la arrestó durante una protesta por votos para
mujeres. Tenía adentro de ella un hambre, un hambre para justicia. En este
momento de su vida, no entendía todo sobre la justicia, pero sí entendí algo, sí
tuvo hambre, y protestó. Este hambre, este hambre que Jesús dice es dichoso, era
como una semilla que necesitaba crecer, o levadura que necesitaba fermentar. En
la carcél, se le dió una biblia y ella la leyó. La fascinaban los salmos,
especielmente los salmos en los que el psalmista pide ayuda de dios con fuerte
emoción. Otra semilla. Todavía no era la fe, sino una semilla, que iba a
crecer.
Pues, se la puso en libertad y la semilla se quedaba
inactiva por un rato más. Unos años más tarde, ella dio a luz a una hija. Al ver
la cara de su hija, supo que había tanta bondad en el mundo y que esta bondad
no podía existir sin dios. La semilla creció, la levadura fermentó, y apareció
la fe.
Este fue un problema, porque su novio era totalmente
ateo. Entonces, él se fue. Y la mujer trajo a su hija a una iglesia catolica
para el bautismo. Madre e hija se hicieron juntas catolicas: Tamar Day, y su
madre Dorothy Day. Dorothy hoy día es servidora de dios.
Después de su bautismo, Dorothy fundó un periódico,
que se llama el Obrero Católico, or The Catholic Worker, para
promever la enseñanza de la iglesia sobre la justicia. Su sueño era construir
un mundo en lo que sería mas fácil para ser bueno. Su sueño era que todos
encontraramos la levidura que dios ha puesto a dentro de nosotros y que nos hicieramos
levidura en el mundo. Levidura que convierta harina en pan que alimenta.
Levidura que solo puede funcionar con contacto. Semillas semilladas en el mundo
que transforman.
Dios no dejó que el Obrero Católica siguiera
como un periódico y nada más. Seis meses despues de la primera edición, el
invierno vino a Nueva York, y los que vivían sin techo emezapaban a llamar a la
puerta de Dorothy. Y ella nunca negó a niguna persona. Les daba la bienvenida,
como se le daría la bienvenida a Jesucristo. La semilla se hizo arbusto siempre
con bastante espacio para uno más. A dentro de tres años había más de 30 casas
de hospitalidad del Obrero Católico y hoy día hay 217 por todo el mundo
Las semillas de dios crecen. La levidura de dios actua
y hace alimento y nueva vida. Las semillas las más chiquitas están en proceso
de harcerse grandes arbustos con bastante espacio para todos. Dios tomará todas
las cizañas y todo mal. Y esto es como es el reino de dios.
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